Con el coraje que el amor verdadero inspira, cruzamos el Atlántico en busca de un futuro mejor. Dejamos atrás lo conocido, apostando todo por construir una nueva vida. España nos recibió con sus retos y sus oportunidades, y con paciencia y esfuerzo, fuimos echando raíces.
Con el paso de los años, este país también se volvió nuestro hogar. Nos hicimos españoles, y con ello reafirmamos nuestro compromiso con este lugar que nos ha visto crecer como personas y como pareja. Cada logro, cada pequeño paso, lo dimos juntos, construyendo una vida a nuestra medida, con amor, trabajo y esperanza.
Hoy, mirando atrás, nos sentimos orgullosos del camino recorrido. Pero lo más hermoso es saber que lo mejor aún está por venir.